martes, 16 de agosto de 2011

El mérito, ¿qué es eso?

¿A qué nos referimos cuando hablamos de “mérito”? No hay duda de que tiene relación con merecer una recompensa, premio o reconocimiento por una acción realizada o por una conducta. Desde pequeños aprendemos perfectamente cómo funciona el sistema de premios y castigos y lo asociamos de inmediato al concepto de justicia. No obstante, con el tiempo y la edad, vamos relativizando el concepto y se aceptan premios inmerecidos o no se reconocen los logros a quien le corresponden. Cuando íbamos al colegio sabíamos perfectamente si la calificación que habíamos obtenido en un examen era la correcta y si el profesor había sido injusto con nosotros. Y creo que, cuando nos enfrentamos con nosotros mismos, con nuestra consciencia, sabemos perfectamente si hemos merecido o no un reconocimiento. Que luego tratemos de justificar lo injustificable y seamos autoindulgentes, es otra historia.
Presidente Raúl Alfonsín entregando Medalla Elena Holmberg a  Georgina Bortolotto.

Y en mi historia profesional hay un problema de no reconocimiento de mérito por parte de las autoridades correspondientes del Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto de Argentina, a pesar de que los sucesivos jefes que he tenido a lo largo de la carrera me han puesto las mejores calificaciones justificando cada concepto que conforma la calificación numérica: conocimientos técnicos, intensidad de trabajo, habilidad para encontrar soluciones, desempeño en circunstancias extraordinarias o adversas, capacidad de mando, trabajo en equipo, iniciativa, sentido de responsabilidad y capacidad de recoger y volcar en informes los análisis e informaciones. A tal punto que, en el momento de denunciar el acoso laboral, se ignoraron absolutamente mis antecedentes laborales, y por supuesto la tarea desarrollada con dedicación, pasión, entusiasmo, que motivó la reacción de la colonia argentina en Galicia, Asturias y León, que se movilizó reclamando justicia.
Medalla a la Diplomacia Elena Holmberg
El mérito, ahí, en ese simple y profundo concepto, está el origen del acoso laboral cuyas consecuencias aún estoy sufriendo.  Al leer el artículo del Dr. Conrado Estol en “La Nación” (http://www.lanacion.com.ar/1387133-cuando-el-merito-es-lo-que-vale), con cuyo planteo coincido ampliamente, quiero hacer una reflexión sobre este tema.
Sí, increíble, pero el comienzo del mobbing al que fui sometida está en la demanda que promueve una acción declarativa de inconstitucionalidad contra el Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto de Argentina, que, bajo el auspicio del reconocido constitucionalista Dr.Daniel Sabsay,  pusimos con un grupo de colegas en febrero de 2003. El objeto de la demanda es que se “declare inconstitucional la promoción de funcionarios del Servicio Exterior de la Nación sin la previa consideración y pública exposición de los fundamentos de mérito y antigüedad en cada caso,… dejándose sin efecto las promociones de funcionarios que allí se incluyen”. Sólo solicitamos que se aplique, en el tema de los ascensos diplomáticos, lo establecido por la Ley del Servicio Exterior de la Nación Argentina Nº 20.957. Cuando no funcionan bien las instituciones, no es por falta de la legislación adecuada sino porque no se aplica la misma. En este caso, la ley establece en su artículo 17 que, para los ascensos en la escala jerárquica,  son necesarios dos requisitos: antigüedad y mérito (http://www.derechointernacional.net/publico/index.php?option=com_content&view=article&id=153:ley-20957-organica-del-servicio-exterior-de-la-nacion&catid=394:parte-general&Itemid=177). En cuanto al primer requisito no hay problemas, es un dato objetivo fácil de comprobar. Es en relación al mérito donde se cometen las mayores arbitrariedades. En la reglamentación del artículo 14, se establece: “Los méritos que deberán considerarse al formularse las propuestas de ascenso serán aquellos que surjan de las funciones y misiones cumplidas, de sus calificaciones, de su foja de concepto, de los idiomas que domine, de los títulos obtenidos y cursos aprobados, de las menciones especiales y de toda otra actividad del funcionario inherente a su carrera y relevante para la obtención de los objetivos del Servicio Exterior de la Nación”.
Entonces la Ley Nº 20.957 establece que el órgano que se encarga de realizar las propuestas de ascensos es la Honorable Junta Calificadora que se integra con cinco Embajadores. Y esta Junta realiza las listas de ascensos sin fundamentar las razones por las cuales se propone el ascenso de un funcionario y no de otro. El solo hecho de que la Junta Calificadora lo proponga presupone que el mismo reúne los méritos necesarios. Y ahí entran las debilidades humanas.  Es así que, en la referida demanda, se dice “el Poder Ejecutivo Nacional solicitó y obtuvo del Senado el acuerdo para la promoción de funcionarios del Servicio Exterior sin siquiera haber fundado mínimamente las razones de mérito y antigüedad que lo llevaron a tomar una decisión tan trascendental, tanto para la carrera diplomática en sí como para el adecuado funcionamiento del Servicio Exterior de la Nación,…. En efecto, el listado de nombres que contiene el acta Nº 6 de la Honorable Junta Calificadora es sólo eso: un listado de nombres vacío de todo análisis y consideración previa sobre los fundamentos de mérito y antigüedad de los propuestos”.
No obstante lo señalado, quiero destacar que el ingreso a la carrera diplomática en mi país se realiza por un concurso público sumamente estricto, en el que está garantizado el anonimato en los exámenes escritos, y que exige un alto nivel de preparación. Este concurso de ingreso se realiza desde el año  1963 en que fue fundado el Instituto del Servicio Exterior de la Nación por iniciativa del Ministro de Relaciones Exteriores, Carlos Muñiz (http://es.wikipedia.org/wiki/Instituto_del_Servicio_Exterior_de_la_Naci%C3%B3n). Luego de ingresar al Instituto con un sistema de selección tan estricto, debemos cursar dos años de estudios y egresamos como diplomáticos de carrera con el último rango de la escala jerárquica, Secretario de Embajada y Cónsul de Tercera Clase.
Desde entonces se realiza un concurso de ingreso anual. Sólo hubo una excepción en esos ingresos, en el año 1991 en que se incorporó a la Cancillería a los entonces Agregados Comerciales dependientes de la Secretaría de Comercio Exterior, quienes no habían ingresado con las normas y requisitos que se exigían para el Servicio Exterior.
¿Y qué tiene que ver todo ésto con el acoso moral?, pues que el funcionario que me hizo mobbing es uno de los afectados por esa demanda en la que exigimos que se cumpliera con la Ley y que se evaluara el mérito. 
Quiero finalizar retomando los conceptos del Dr. Estol, es necesaria la transparencia en las instituciones públicas y el respeto de los méritos obtenidos con el estudio y el trabajo de cada uno. De esta manera, se asegura el buen funcionamiento de la democracia ya que la corrupción se ampara en los sistemas que se basan en la no meritocracia. Se debe alentar el desarrollo personal y profesional de cada una de las personas que trabajan en una institución, Sino, lamentablemente, ocurre lo que reseñaba la recordada Embajadora  May Lorenzo Alcalá en su artículo “Memorias personales del Pro-APSEN“ cuando afirma, entre otros comentarios, que  “hubo ascensos meteóricos como demostración de los premios que recibían los que se portaban bien, a juicio del Canciller y su entorno” al referirse a la época del Canciller Vignes (http://www.apcpsen.org.ar/colaboraciones/13-colaboraciones/181-memorias-personales-del-pro-apcpsen).
 Ver Nota en Argentina al Mundo:


7 comentarios:

  1. César J Tamborini Duca19 de agosto de 2011, 0:47

    Georgina, me parece muy sensato e instructivo tu trabajo en el que se detallan dos aspectos: la ley que establece los méritos para que una persona ascienda en la carrera diplomática; y las consecuencias de su no observancia con todas las implicaciones que pueden traer aparejadas para otras personas, y de las cuales precisamente fuiste víctima. Perfectamente desarrollado, resulta útil para comprender lo ocurrido y las consecuencias que tuvieron en tu carrera profesional y tu salud.
    César

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  2. Querido César: como siempre, tienes las palabras adecuadas y la comprensión abierta y plena. Muchas gracias!. Un beso grande. Georgi

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  3. Quiero agregar el comentario que César Tamborini me envió por mail:
    "Es indudable que escribiendo transmites siempre conceptos fáciles de entender; en ese sentido está muy clara tu exposición sobre los fundamentos de la ley nº 20.957 sobre los ascensos en tu profesión teniendo en cuenta el mérito (que incluye varias facetas). Y la demanda interpuesta por vos y un grupo de tus colegas en febrero de 2003 explica, como vos aclarás, el mobbing del que fuiste objeto, como tambien la falta de reconocimiento de tus méritos (que en algunos de los aspectos detallados, bien comprobamos los leoneses) por parte del Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto de Argentina."
    "Concisión, claridad y defensa de la verdad, son las mayores virtudes, entre otras, de tu artículo sobre "el mérito"."

    GRACIAS, CÉSAR!!!!!!!!!!!!!!

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  4. Quiero compartir el mensaje que he recibido, a través de nuestro común amigo César Tamborini, del gran poeta y escritor Rodolfo Leiro:

    "Querido Cesar. Hermoso artículo. Valiente, vibrante, poético en su esencia.

    Ciertas veces me he preguntado que sería de la vida de Georgina, a quien tanto le debo por la inclusion de mi nombre en la Expogalaecia de Vigo.

    Si puedes, glorioso amigo, hazle llegar mis saludos y dile que la llevo siempre en este viejo corazón, que ya ha comenzado a caminar el año 91...

    Muchas veces me he adherido a la difusión de su defensa para que permaneciera en el lugar del que ha sido erradicada.

    Pregunta ¿qué es el mérito?

    Un especial interrogante que deberíamos y solemos hacernos los que escribimos, que como yo, tengo un montón de diplomas en una caja, sin darle mayor importancia, ni un solo cuadro......

    La medalla, como el smoking de Gardel, está guardada en el ropero. Fui a recibirla, estuve quince minutos y me retiré......

    Nada de ello hará mas talentosos mis libros.

    Cordial, efusivo abrazo para tí y para Georgina.

    A tí mi abrazo, a ella mi beso.

    Rodolfo Leiro"

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  5. Gracias, Rodolfo, gracias por tus palabras, por tu afecto, por todo... Georgina.

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  6. Otro comentario de Rodolfo Leiro:
    "Desde el pleno universal con que el vocablo expresa la emoción de un sentimiento, dibujo en la milpa colosal de la amistad, esta efusiva centella admirativa hacia una dama de alcurnia intelectual, de limpieza en el pensamiento, de valentía en la acción, de ejemplo en sus decisiones, de gallardía en el grial con que una mujer, no se deja vencer por la malicia, afronta la adversidad con su indomable caracter y proyecta su figura hacia los castos dolmenes del futuro, con la enérgica virtud de su coraje.

    Este beso de amigo la consagra."

    Rodolfo Leiro, Buenos Aires, Argentina, 23 de agosto de 2011.


    Rodolfo Leiro
    Poeta - Escritor
    Postulado a Premio Nóbel de Literatura por ASOLAPO en 2010

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  7. Muy querido amigo Rodolfo: no encuentro palabras para agradecer este elogio en forma de poesía!!!!! Muchísimas gracias!!!!!!!!!

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